Fuente: http://www.muyinteresante.es
Cómo afecta a tu cerebro cada género musical
Desde niños, la exposición a los sonidos y a la música adecuada puede ayudarnos a desarrollar plenamente nuestras capacidades cerebrales, con todo lo que eso implica: mayor capacidad de memoria, atención y concentración; mejores habilidades matemáticas, de lenguaje y una buena capacidad para la resolución de problemas.
El oído no sirve únicamente para escuchar, también determina el equilibrio y estimula el cerebro en sus diferentes áreas, según Alfred Tomatis, otorrinolaringólogo, psicólogo e investigador francés, quien dedicó gran parte de sus esfuerzos a desarrollar un método para tratar los problemas de audición y lenguaje.
Su investigación ha extendido sus alcances, al grado de que ahora su método tiene aplicaciones en diversos campos de la salud y el desarrollo físico, mental y emocional, según la sociedad de terapeutas Tomatis Développement S.A, que cuenta con miembros en más de 40 países.
Sin embargo, no toda la música es buena ni sirve para lo mismo. Algunos tipos de música estimulan la creatividad y la imaginación, otros ayudan a establecer relaciones interpersonales sanas y a integrarse a la sociedad y a su medio ambiente. Y unos más, ligados al baile, brindan también un mejor acondicionamiento físico y, a veces, apoyan procesos terapéuticos.
Música clásica
Es un mito que la música clásica nos hace más inteligentes, pero escucharla al menos media hora al día proporciona al cerebro un mejor ambiente para desarrollar ideas y restablecer conexiones neuronales que, al final del día, nos ayudarán a estar alertas, concentrarnos mejor y optimizar los procesos de aprendizaje.
Algunas recomendaciones de María Pilar Carrasco en su libro Cómo educar a tus hijos con la música, señalan que la música barroca logra estados propicios para el aprendizaje, gracias a su ritmo de 60 golpes, equivalente a los latidos del corazón cuando estamos en reposo.
Además, sus tonos graves provocan ondas cerebrales bajas —relajación—. Algunos ejemplos son: Largo de invierno de Las cuatro estaciones. Largo del concierto en re mayor para cuerdas y guitarra. Concierto en do mayor para clavicordio y mandolina, todas de Vivaldi, y Largo del concierto para clavicordio en fa menor Opus 1056, de Bach.
Salsa
Cadenciosa y alegre, la salsa brinda al cerebro una combinación de dopamina y adrenalina, que relaja y activa al mismo tiempo, señala el terapeuta físico Felipe Gutiérrez, especialista en rehabilitación deportiva.
Como generadora de movimiento, la música salsa produce numerosos beneficios físicos, emocionales y mentales, pues libera del estrés, aumenta la capacidad cardio respiratoria y mejora la coordinación y el equilibrio, indica Fernando Hernández, maestro de zumba en la delegación Coyoacán, en la Ciudad de México.
Rock
Se dice que para escribir sus novelas, Stephen King escucha rock. Cierto o no, en sus teorías del Efecto Mozart, Don Campbell ha escrito mucho sobre la dificultad de encontrar concentración para generar ideas en compañía de ritmos tan densos y acelerados. Sin embargo, destaca la capacidad de inyectar adrenalina al cerebro.
A la carta
Aunque los ritmos de bits acelerados, con progresión de acordes repetitivos como el reggaetón, el tecno y el rap contravienen las recomendaciones del método Tomatis, pues impiden la concentración y el relajamiento, esa misma energía puede aprovecharse para ejercitar el cuerpo.
En opinión de Wilson Andrade, fundador de la academia Dance Center Romance, el reggaetón, igual que otras manifestaciones del Urban Style, pueden servir como ejercicio de alto impacto y ayudarte:
Quemar calorías. Mantienen la frecuencia cardiaca entre130 y 150 pulsaciones por minuto.
Tonificar el cuerpo.
Mejorar la capacidad cardiovascular.
Obtener mayor resistencia.
Reducir los niveles de grasa en la sangre.
Ampliar la capacidad pulmonar y a aprovechar mejor el oxígeno en músculos y órganos.